Comunidad Amor Misericordioso – Ciudad de Buenos Aires – Argentina

El domingo 28 de febrero, la Comunidad de Oblatas de la Ciudad de Buenos Aires, celebró la Pascua de nuestra fundadora con una Misa en Acción de Gracias por su vida y su misión.

La Eucaristía se celebró en la Parroquia Nuestra Señora de la Visitación del barrio de Flores y fue presidida por el Párroco Nestor Guatta , quien en la homilía recordó a Madre Antonia al hacer referencia a la Palabra de Dios que hablaba de oblación, escucha y confianza: “Todo lo puedo en Aquel que me conforta”.

En el momento de la acción de gracias, las Hermanas  subieron al altar para dirigir algunas palabras a la asamblea que escuchaba con mucha atención. De manera sencilla dieron a conocer algunos rasgos de la Fundadora, invitando a acercarse a ella como modelo de seguimiento a Jesús y como intercesora ante nuestras necesidades.

Además, fue un momento especial para recordar y agradecer los 151 años de la Congregación, y en la figura de Madre Antonia, recordar su Misión Redentora en la Iglesia. 

Al finalizar la Misa, se repartieron estampas que contienen frases de Madre Antonia que motivan a la oración y la confianza en Dios:

“En manos de Dios está todo.”

“Cuando todo parece perdido, es cuando Dios muestra su mano.”

“La oración es el sostén en la vida.”

La celebración concluyó con el rezo, por parte de toda la comunidad parroquial, de la oración a Madre Antonia para pedir favores por su intersección.

Fragmentos de la Homilía

Camino de Amor y Oblación – Domingo 2º – Tiempo de Cuaresma

(Génesis 22,1-2.9-13.15-18 / Salmo responsorial: 115 / Romanos 8,31b-34 / Marcos 9,2-10)

No existe verdadero Amor sin una cuota de Sacrificio. Tampoco sin Gozo y Alegría. El camino de la cuaresma, es un “camino de Amor y Oblación” junto a Jesús, y por ello se nos presenta de entrada en la lectura del Génesis la oblación, el sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe. Una ofrenda que por la intervención de Dios al enviar su Ángel concluye en dicha y alegría.

San Pablo por su parte recuerda a los cristianos de Roma el Sacrificio Redentor de Cristo, el Hijo amado que el Padre entregó para el Perdón, Reconciliación y Salvación; mientras que San Marcos en su Evangelio nos relata una Teofanía (manifestación de Dios), Cristo se revela ante el temor y asombro de tres de sus más allegados, Pedro, Santiago y Juan, como anticipo de lo que va a suceder después de su Pasión, y por esta epifanía, fortalece la fe en Él de sus discípulos. 

[…]

Cuando te llegue el tiempo de la prueba más dura, cuando sea la ocasión de donarse sin medida, recuerda siempre lo que dice el apóstol Pablo: “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?”. Y también: _“Todo lo puedo en Aquél que me conforta”._ El Amor Misericordioso y Redentor de Cristo es y será siempre tu fortaleza.

Pero no hay que esperar el último momento o el más difícil para recordar esto, en cada pequeña ofrenda o sacrificio cotidiano estamos llamados a vivir con humildad y hacer de nuestras acciones más simples una oblación a Dios por Jesucristo.

De esto nos da ejemplo una Servidora del Redentor, Sierva de Dios, al cumplirse hoy, 28 de febrero, 123 años de su Pascua, y pasados pocos días de los 151 años del inicio de su Obra, el 2 de febrero: Madre Antonia María de la Misericordia, fundadora de la Congregación de Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, que hoy acompañan nuestro barrio brindando educación a niñas y niños, atendiendo como verdaderas hermanas y madres a las mujeres más vulnerables y dignas de compasión, sujetas a violencia, abuso, maltrato y desprecio de los hombres.

Esta Venerable mujer fue y sigue siendo una verdadera profeta para su tiempo y el nuestro. Quizá deberíamos conocer y meditar más su vida y su mensaje, tanto las mujeres, pero mucho más los hombres, y al seguir su ejemplo transformar profundamente la sociedad y el mundo en que vivimos.

Desde el corazón.

Padre Néstor